La ropa que vestimos habla de nosotros (o así debería ser).
Toda la ropa nos parece igual. Sobre todo la ropa de hombre. Independientemente de los colores o estampados, echamos en falta patrones de diseño distintos, tal vez más originales o más atrevidos.
Apostamos, firmemente, por la moda sostenible, así que confeccionamos prendas ecológicas que tengan ese factor X que nos enamora.
¿Por qué las prendas que se producían años atrás nos parecen más atractivas? ¿Es normal decantarnos por ropa de 2ª mano por motivos estéticos (además de fomentar el consumo responsable), frente a nuevas prendas de ropa? Puede que seamos un tanto excéntricos… ¡O simplemente no nos gusta vestir como los demás!
¿Quién nos enseñó a comprar ropa a este ritmo desenfrenado? ¿Acaso, al hablar de moda, tenemos tod@s los mismos gustos? ¿Existe “algo” en el mundo que interese a tod@s los habitantes del planeta? La respuesta a esta última pregunta, fue la que nos dio el coraje suficiente para emprender esta aventura. Sin duda alguna, la música sería nuestra musa, nuestra referencia e inspiración.
Y es que sí, la música, vengamos de donde vengamos, es tal vez el único arte capaz de conectar con la mayoría de personas para emocionarnos, transportarnos a otros lugares, crear recuerdos y hacer que nuestro cuerpo sienta una necesidad imperante de moverse al ritmo que suenan sus melodías (algunos con mayor gracia que otros, todo hay que decirlo). Por suerte, como en todos los aspectos de la vida, en la variedad está el gusto y no a tod@s nos gusta el mismo tipo de música.
Entonces pensamos:
¿Por qué no relacionar la música con la moda para hombre? Así, podríamos crear una marca masculina, capaz de transmitir lo que te gusta a través de los distintos géneros musicales.
Muy bien, teníamos una idea, que ya es algo. Pero, no queríamos crear “otra” marca de moda más. Por mucho que el proyecto nos pareciera acertado, no nos gustaba la idea de contribuir con nuestro trabajo a la continua destrucción del Planeta .
En un sector tan caníbal como el textil, atiborrado de energúmenos cuyo único interés es que compremos más y más para saciar sus bolsillos, independientemente del precio y las repercusiones que eso pueda tener, nosotros no queríamos jugar en esa liga. Si de algo estamos seguros, es que eso no iba con nosotros, no somos así.
Ahí comenzó nuestra investigación. Éramos conocedores de las consecuencias del Fast Fashion, y de la necesidad imperante de un nuevo modelo productivo en el sector. Un nuevo modelo productivo con controles de sostenibilidad ambiental y social en toda la cadena.
Y continuamos haciéndonos preguntas: ¿Qué es Slow Fashion? ¿Y moda ética? ¿Y sostenible?
Llegados a este punto y bajo estas premisas, nace Mastyl. Ropa sostenible para hombre que mantiene una estrecha relación con el mundo de la música.
Estos son nuestros principios, si no le gustan, lo sentimos.

I.
La música es nuestra musa e inspira todas nuestras prendas ecológicas

II.
La sostenibilidad de los materiales no es negociable. Actuamos por lógica. Y lo lógico es respetar el entorno y buscar fórmulas y conductas limpias.

III.
Nos aseguraremos siempre que las condiciones de trabajo sean justas y dignas. Somos una empresa sostenible.

IV.
No produciremos por encima de nuestras capacidades, ni de las tuyas. Y no vendemos nada que no defendamos en privado ante nuestr@ mejor amig@.

V.
Impulsaremos el comercio de proximidad. Tenemos claro con quién debemos trabajar y colaborar. A nosotros nos gusta más lo cercano, lo local, lo de casa.

VI.
Trabajaremos en pro de la moda (slow) y el diseño. Nuestra moda es libertad, y no hace caso a las normas establecidas.

VII.
Sin temporalidad se reduce el estrés. Be water my friend.

VIII.
Seremos transparentes y responsables con cada una de nuestras decisiones. Nos interesa la moda de gravedad 0; más heterodoxa que ortodoxa, más sensata que paternalista.

IX.
Orientaremos nuestra comunicación en favor del consumo de una moda responsable y respetuosa con el Planeta y las personas. Mastyl es un espacio de descompresión y conexión. Nos gusta que compres, pero también que entres, leas y descubras.

X.
El dinero no lo es todo en esta vida, la vida como tal sí lo es… ¡Y punto!